por Carolina | Jun 13, 2019 | Cenas, Comidas, Recetas
Tenemos pechugas de pollo, tenemos copos de avena y tenemos ¡GANAS! No hace falta más para esta sencilla receta, en la que convertirás una delicia propia de cualquier fast food en un plato sabroso y saludable.
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Preparación: 10 minutos | Cocción: 40 minutos | Nivel de dificultad: Muy fácil
Ingredientes:
- Pechugas de pollo o pavo, cortadas en tiras de unos 4-5 cm de largo y gruesas.
- Clara de huevo o huevo (a elegir)
- Copos de avena
- Especias al gusto: sal, pimienta negra o blanca, pimentón picante (para los valientes), ajo en polvo, cebolla en polvo, etc (esta combinación puede ser a libre elección)
Preparación:
- Lo primero será la «mise and place» que no es otra cosa que la preparación y disposición de todos los ingredientes. Primero cortaremos las pechugas en tiras y sin son muy largas cortaremos esa tira a la mitad. Queremos que queden gorditas para que sean muy jugosas por dentro.
- En un plato tendremos el huevo batido o la clara de huevo y en otro dispondremos de los copos de avena junto con las especias que hayamos seleccionado, bien mezclado todo.
- Mientras preparamos los ingredientes, tendremos precalentado nuestro horno a 180ºC y habremos preparado una placa cubierta con papel de horno para que no se peguen nuestros crujientes y no manchar nada.
- Con todo listo, solo queda efectuar la maniobra de «empanado», pasaremos cada una de las piezas de pollo , primero por el huevo y luego por los copos de avena, cubriendo por completo la pieza, y disponiéndolo sobre el papel de horno en la placa. Una vez tengamos listos todos los trozos. Nos quedara introducir la plaza en el horno a 180º durante unos 40 minutos.
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Podremos acompañar nuestro pollo de la guarnición que más nos guste, así como también de nuestras salsas favoritas.
Una buena opción es crear una salsa saludable, para ello a mí me gusta mezclar queso fresco batido con mostaza u otras especias. De este modo, creamos una salsa suave y ligera.
¡Espero que la disfrutéis esta nueva receta! como habréis podido comprobar: ¡COMER SANO MOLA!
por Carolina | Jul 9, 2018 | Cenas, Comidas, Recetas
En este nuevo artículo vamos a ver cómo preparar un delicioso pastel de verduras, una receta saludable y divertida. Una opción fácil y cómoda de comer verduras puede ser en forma de pastel, además nos ayudará a limpiar la nevera de algunas «sobras» de esas que nunca sabemos qué hacer con ellas. Puede ser una guarnición muy completa y nos dejara tiempo para la elaboración del alimento principal gracias a su facilidad y cocinado en el horno. También puede usarse de primer plato y dependiendo del grosor que le demos y su corte, podría ser un aperitivo original y saludable.
Preparación: 10 minutos | Cocción: 20 minutos de horno | Nivel de dificultad: Muy fácil
Ingredientes
- 1 calabacín
- 1 pimiento rojo
- 2 zanahorias
- 1 puerro
- 3 huevos
- 5 claras
- sal y pimienta
Preparación
- Primero lavaremos todas nuestras verduras debajo de grifo con abundante agua. Empezaremos preparando el calabacín, que cortaremos en láminas con ayuda de una mandolina o cuchillo preferiblemente finas para que se haga mejor y sean mas manejables. Una vez tengamos suficientes láminas, engrasaremos el molde donde haremos nuestro pastel ( yo recomiendo siempre utilizar moldes de silicona) con aceite de oliva y un papel de cocina para eliminar los excesos, y forraremos el molde por dentro con las láminas de calabacín que servirán de «muro» para nuestro pastel.
- Ahora a mano, o con nuestro robot de cocina, picaremos el resto de las verduras con un corte fino o también llamado corte brunoise , cuanto mas fino lo hagamos mejor, porque dará mejor textura a nuestro pastel.
- Una vez tengamos las verduras listas, le añadiremos los 3 huevos y las 5 claras, y salpimentaremos al gusto, mezclando así todos los ingredientes como si fuésemos a hacer una tortilla. Esta mezcla la verteremos en el molde, y cubriremos con mas laminas de calabacín la mezcla.
- Con el horno precalentado a 180º , cocinaremos nuestro pastel durante 30 minutos, comprobando con un palito de madera si esta bien echo por dentro.
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Un vez listo, se puede tomar tanto frió como caliente (a mi me gusta más caliente) . Recomiendo su conservación en nevera y como consejo es bueno poner debajo unas capas de papel de cocina para que absorba el jugo que pueden soltar las verduras. También es interesante, y puede ser una idea más atractiva para niños si añadimos queso rallado a la mezcla o/y a la parte de arriba y gratinamos. Otra idea interesante es elaborar esta receta en tartaletas individuales, eso también ayudará a los comensales a divertirse más con la comida, sobre todo si no son muy «amigos» de las verduras.